Fuí tu mamá aunque no te haya parido... porque los humanos aún no somos capaces de parir una vida que no practique la maldad y en cambio sólo entregue amor sin límites.
Recuerdo la primera vez que te vi... estabas más con una pata en el otro mundo que en este, teniendo sólo 3 semanitas de vida.
Tanto que luchamos hijo para sacarte adelante... que las gotas, que el antibiótico, que al doctor otra vez.... nunca fuiste tan fuerte como tu hermana, la que hoy aún duerme sin darse cuenta que tu no estás... pero sé que a la noche,llorará llamándote, como lo hace cada vez que te desaparecías.... y tu, como siempre, volvías a la casa.
Una parte de mí quisiera creer que cuando la Betty te llame, te presentarás como siempre, a socorrerla de su soledad, y de paso, acompañarme en la mía... saltando a mis brazos para arrullarte como un bebé y dormirte ronroneando haciéndome toritos y poniendo tu mejilla contra la mía.... Como mamá, celebré el primer día que aprendiste a comer solo (que fué una GRAN odisea), el primer día que intentaste escalar (y terminaste llorando por ser rescatado) y el día que cazaste por primera vez...
Como mamá, luché y luché para que vivieras... quizás le robé tiempo a la vida... tiempo en el que llegaste a convertirte en mi príncipe... tiempo en el que reclamabas en la puerta del dormitorio a tu papá porque él no te dejaba dormir con nosotros... exigías con serenatas tu derecho de estar conmigo... como si de algún modo supieras que nuestro tiempo juntos no sería tanto como yo hubiera querido....
Ese tiempo que le robé a la vida te lo dí... pero hoy la vida me lo cobró y te llevó adonde no puedo acompañarte... Te pido que dondequiera que estés, me esperes... espérame para que compartamos eternas tardes de un solcito tibio en compañía mutua, regaloneando por siempre... sólo te pido que me esperes....
