Eres...

Me hizo tan bien hablar contigo... necesitaba decir todo lo que pensaba... sacarte con tirabuzón lo que pasaba por tu cabeza, intentar que dijeras todo o casi todo lo que tenías guardado... Logré sonreir otra vez, cuando confesaste que sí tenías una canción para mí, pero que nunca quisiste decirme cuál era, porque creíste que yo pensaría que lo hacías sólo porque lo pedí..... Que "Eres" era la canción que tenías en mente... que me imaginabas, así, en el colegio... "que pendejo, no?" dijiste. Pero para mí no lo es... son esas cosas pequeñas las que sí hacen una diferencia... lo simple es lo más hermoso...

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En cuanto a expresarnos, somos polos opuestos. Yo soy un derroche de emociones, y todo lo siento y todo lo digo; tu  por el contrario te guardas todo... Cuando te lo hice notar, soltaste una gran frase como si nada: "por eso me enamoré de ti, porque tu eres todo lo que nunca llegaré a ser". (emocionalmente hablando claro!!)

Wow... que digas que a través de mí has aprendido a querer... eso derrite a cualquiera...

Y pensando en todos estos años, en todo lo vivido, en todo lo compartido y aprendido... Sí, aprendido, porque junto a tí fui creciendo; nó solo porque cuando nos conocimos yo sólo tenía veinte años (una nena, como tu dices) y ahora voy para los treinta; no fué sólo echarme años encima, fué madurar, aprender a ser más tolerante y menos histérica, a darme cuenta que no puedo controlarlo todo. Aprendí a descansar. Aprendí que más vale tener una casa con cierto desorden, que tener una pulcrísimamente ordenada, pero vacía.

Y ahora aprendí una lección mucho más importante: "El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.". Ayer, estas palabras me parecían tan... tan... exageradas! Quizás porque nunca logré enamorarme de verdad... pero contigo... contigo todo es distinto a lo que alguna vez conocí. Tanto que esta frase por fin cobra un sentido. Seguramente en esta era de caos, stress y falta de tiempo ya casi nadie puede lograr algo que en palabras que suena simple: amar. Ya nadie está dispuesto a ceder, a comprender, a escuchar, a compartir, a vivir... todo es desechable. El "hasta que la muerte nos separe" pasó a ser una frase en la práctica inexistente.

Pero no, para mi no. Y como dice una canción por ahí, aunque no haya documentos firmados ni juramentos hechos, para mí esto es un compromiso. Y quiero, como tú, hacer que esto funcione. Mirar el futuro e imaginar nuestra familia, los fines de semana llenos de ruido, recorriendo el cerro en el Canelo, con una parejita de Akitas... tantas, tantas cosas que quiero llegar a ver, que no quiero perderlas sólo por los momentos en que tropezamos con las dificultades.

Y esta dificultad ha sido superada, como superaremos las que nos siga poniendo la life. Con amor, todo es posible.